Brackets: soluciones funcionales y estéticas

Brackets

Historia de los bracktes

La idea de la corrección estética dental con brackets es un camino que la odontología ha recorrido desde la Antigua Grecia. Antes del siglo XIX no se conocía con exactitud qué ocasionaba las caries, como tampoco que para prevenirlas es necesario tener una buena higiene.

Los brackets, o piezas metálicas que se adhieren a la superficie de los dientes para mejorar su posición, fueron inventados en Francia, a mitad del siglo XVIII. Pierre Fauchard, un médico francés y “Padre de la Odontología moderna” diseñó aparatos de ortodoncia para corregir deformaciones dentales.

Sin embargo, los brackets, como los conocemos ahora, recién fueron introducidos en la sociedad en 1928. De a poco, los tornillos fueron sustituidos por las gomas elásticas, y el acero inoxidable por la cerámica. Y, actualmente, existen brackets invisibles.

La recomendación del odontólogo

El Dr. Marcelo Costales cuenta que a pesar de que anteriormente se veía a la ortodoncia como una necesidad estética, actualmente es una solución funcional que ayuda a que exista “una completa armonía de dientes con huesos, maxilares y tejidos blandos”.

¿Cuándo se puede iniciar un tratamiento de brackets?

El tratamiento con brackets puede comenzar cuando una persona ya tiene una dentadura definitiva. En promedio, explica Costales, es entre los 9 y los 12 años. Normalmente, el proceso dura entre uno y tres años. “Depende mucho de la colaboración del paciente en la asistencia, en el cuidado de los aparatos para que el tratamiento continúe de acuerdo a lo planificado”, cuenta.

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¿Para qué sirven los brackets?

El uso de brackets ayuda a niños, adolescentes y adultos a solucionar deficiencias en la mordida. Al hacerlo, se evitan enfermedades dentales como pérdida prematura de dientes, afecciones del habla, desgaste del esmalte dental, entre otros. Además, explica Costales, “una mala posición de la mandíbula estéticamente también es importante”.

Tipos de brackets o frenillos

Gracias al desarrollo científico, en la actualidad existe una gran variedad de tipos de brackets. Comúnmente se utilizan los brackets metálicos, de acero. Su principal ventaja es su resistencia con el uso, a la humedad y oxidación. Gracias a la fricción que permite el alambre, el movimiento es más rápido y eso permite mejor deslizamiento, explica Costales.

En el mercado también hay de cerámica, que tienen la ventaja de ser ortodoncia invisible y gracias a la resina no se tiñen. Hay de zafiro, que son transparentes y no cambian de color durante todo el tratamiento. Y, los linguales, que son de oro y hechos a la medida de cada paciente.

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Brackets invisibles

Para el Dr. Costales, los brackets invisibles es una técnica que debe ser empleada en casos específicos, ya que dependen mucho de la colaboración del paciente. En su práctica profesional, él prefiere la ortodoncia fija y metálica. Sin embargo, enfatiza que la decisión está en el paciente, una vez que conozca todas las opciones.

Para terminar, el Dr. Costales repite, con especial énfasis, sobre la importancia de acudir donde un odontólogo para evitar daños irreparables. El doctor debe realizar un estudio previo, a través del cual analiza los riesgos para que el tratamiento sea exitoso. “Si no se tienen esas bases y conocimientos, podemos llevar a equivocaciones irreparables”, concluye.

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